50 preguntas para examinar nuestro caminar con Cristo

Les comparto un cuestionario con 50 preguntas que Jonathan Edwards (5 de octubre de 1703-22 de marzo de 1758) realizó para examinar su caminar con Cristo. El artículo fue publicado originalmente en Inglés por Digital Puritan Press y fue traducido al español por nuestro hermano Ignacio Vidal. Deseamos que estas preguntas nos lleven a meditar más profundamente en nuestro caminar en Cristo y cómo enderezar nuestros pasos con la ayuda de la gracia De Dios.

1. ¿Manifiesto una actitud de apertura hacia Dios que le invite a “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos”? (Salmo 139:23-24)

2. ¿Está mi corazón ansioso de descubrir “algún camino de perversidad” en mi?

3. ¿Son mis motivos los correctos para un autoexamen, el cual me pueda guiar en el “camino eterno”?

4. ¿Es importante para mí saber si vivo o no en un estado de pecado?

5. ¿Vivo en la satisfacción de algún deseo lujurioso ya sea en pensamiento u obra?

6. ¿Vivo en la omisión de un deber que conozco?

7. ¿Estoy pecando de alguna manera contra la luz de mi conciencia al perseverar en pecados evidentes?

8. ¿He sido cuidadoso, vigilante y diligente en la observación de mí mismo al buscar evidencia de pecado tanto de comisión como de omisión?

9. ¿He vivido de alguna manera que sea inconsistente con mi profesión cristiana y no ha sido adecuado tanto para discípulos como seguidores de Jesús?

10. ¿Me he dejado cegar por la naturaleza engañosa del pecado habitualmente gratificado?

11. ¿He inventado formas de justificar mis prácticas pecaminosas, llamándolos por títulos más virtuosos o racionalizándolos de alguna manera?

12. ¿Pregunto regularmente a mis amigos y seres queridos si pueden mostrarme las faltas que no puedo ver en mí mismo?

13. ¿Paso por alto algún pecado en mi vida porque se ha convertido en algo habitual para mí?

14. ¿Me permito cometer algún pecado porque no es ampliamente condenado entre mis semejantes, o porque lo veo cometido entre mis compañeros?

15. ¿Soy selectivo en mi obediencia?

16. ¿Tomo y escojo qué partes de mi deber llevaré a cabo, descuidando aquellas que son desagradables para mí?

17. ¿Dedico tiempo regularmente para leer y meditar en la Palabra de Dios?

18. ¿He tenido el mayor cuidado en conocerme a mí mismo, para poder comparar mis pensamientos, palabras y obras con la regla de la Sagrada Escritura?

19. ¿De qué manera mi vida está de acuerdo (o en desacuerdo) con lo que enseñan las Escrituras?

20. ¿Estoy haciendo algo que podría considerarse una “zona gris”; cosas que los hermanos piadosos verían como una forma de pecar?

21. ¿ Cuando miro esto con mayor severidad, ¿puedo ver algún pecado en ello?

22. ¿Vivo en una manera de la cual pudiera arrepentirme cuando este en mi lecho de muerte?

23. ¿Hay algo que esté haciendo que no me gustaría que me encuentren haciendo si Cristo regresara en ese momento, o debería ser sacado de este mundo e ingresado en la eternidad?

24. ¿Considero cuidadosamente lo que otros (amigos y enemigos) dicen de mí y hacia mí, para descubrir si podría estar viviendo de alguna manera en pecado?

25. Cuando veo fallas en otros, ¿aprovecho la oportunidad para examinarme a mí mismo para ver si esa misma falla está en mí?

26. Cuando veo a otro que está ciego a su propio pecado, ¿busco ver si también estoy ciego ante este mismo pecado?

27. ¿Vivo de alguna manera que profane el día de reposo?

28. ¿Profano el día de reposo llevando a cabo negocios mundanos evitables?

29. ¿Me involucro en un discurso que no se adecua al día del Señor?

30. ¿Desperdicio la oportunidad que se me otorga de buscar a Dios y su salvación en mayor medida, debido a las búsquedas vanas y terrenales a las que estoy acostumbrado es este día?

31. ¿Desprecio el día de reposo al llegar tarde a la iglesia?

32. ¿Evito participar en las ordenanzas de mi iglesia por alguna razón?

33. ¿Participo en la adoración cantando con corazón y voz? (Juan 4:23-24; ver Mateo 15:8)

34. ¿Me distraigo con frecuencia mientras estoy en la iglesia permitiendo a mi mente vagar libremente?

35. ¿Desprecio el mensaje del emisario de Dios al permitirme dormir en la iglesia?

36. ¿Soy culpable de permitir que existan escándalos dentro del cuerpo de Cristo?

37. ¿Albergo y mantengo un pecado que es querido para mí, ocultándolo de los ojos del mundo e ignorando la conciencia? (Números 32:23; Hebreos 4:13)

38. ¿Descuido el deber de la lectura regular, privada y piadosa de la palabra de Dios?

39. ¿Doy satisfacción a algún deseo sensual, ya sea abiertamente, o saboreando el pensamiento de éste en mi mente?

40. ¿Cultivo de algún modo un apetito por las cosas carnales?

41. ¿Me permito a mí mismo disfrutar en ira pecaminosa?

42. ¿Vivo en odio o animadversión hacia mi prójimo?

43. ¿Me regocijo por su desgracia?

44. ¿Vivo en envidia por la prosperidad, la riqueza y el honor de mi prójimo entre los hombres?

45. ¿Engaño y defraudo a aquellos con quienes me relaciono?

46. ¿Soy confiable, honrado y veraz?

47. ¿Pago las deudas que debo de manera oportuna?

48. ¿Estoy oprimiendo a alguien?

49. ¿Me aprovecho de la necesidad de otro como una oportunidad para obtener ganancias egoístas?

50. ¿Siempre soy honesto al comprar y vender bienes y servicios?

51. ¿He dejado algún error sin reparar o he fallado en conciliar una relación que se ha dañado? (Mateo 5:23-24)

52. ¿Muestro el amor de Cristo ayudando a mi prójimo en un momento de necesidad?

53. ¿Tomo los pasos necesarios para reprender a mi hermano que está en pecado, primero en privado, y luego abiertamente, según las escrituras?

54. ¿Me entretengo con la compañía de personas lascivas e inmorales?

55. ¿Hablo mal de los demás a través del chisme, la calumnia o la adulación, o tal discurso entretiene en conversaciones con otros?

56. ¿Acepto el mal informe de otro en relación a mi prójimo, sin recurrir a mi prójimo para confirmar la veracidad del informe que circula sobre él, y darle la oportunidad de enterarse de ello y reivindicar su nombre?